MEDITACIONES DEL QUIJOTE
FICHA
Portada: Meditaciones del Quijote Título:            MEDITACIONES DEL QUIJOTE
Autor:            José Ortega y Gasset
Editorial:       Cátedra
Páginas:        247
Publicación:  1914
Lectura:         2007
COMENTARIO EDITORIAL
(Fuente: contraportada del libro en su edición de 2007 en Cátedra - Letras hispánicas)

Este libro fue el primero publicado por Ortega, en 1914, y es el punto de partida de toda su obra posterior. Sobre la convicción íntima del carácter fundamental del 'Quijote' su profundidad, su plenitud española, Ortega hila estas "meditaciones", concentrando en el libro de Cervantes "la magna pregunta: Dios mío ¿ qué es España ?". A cien años del nacimiento de Ortega, su discípulo Julián Marías vuelve a desvelar al lector "la extraña dificultad de este libro tan fácil".
COMENTARIO PERSONAL
EL CONTENIDO
'Meditaciones del Quijote' es, en realidad, una obra incompleta y que está en el origen de todo el pensamiento de Ortega, esbozando muchas ideas que desarrollará en obras posteriores. El texto, tal y como ha quedado, se compone de tres partes. Antes de hacer un comentario general, intento resumir las ideas fundamentales.

LECTOR…
Lector…’ es, por decirlo de alguna manera, una larga introducción, pero una introducción cargada de contenido e ideas. A pesar de su cierto carácter introductorio entra de lleno en el pensamiento y en la meditación. Sin intención de ser completamente exhaustivo, alguno de los temas que trata son:

La filosofía como amor
Ortega define estas meditaciones como unos ‘ensayos de amor intelectual’. Creo que su visión de la filosofía tiene mucho que ver con ese amor que, además, está en la propia etimología de la palabra filosofía (amor al saber). Ortega entiende que el amor nos lleva a no poder prescindir de lo amado, a considerarlo, de alguna manera, como parte de nosotros mismos. Además, en esa conexión lleva al conocimiento (‘tal ligamen y compenetración nos hacen internarnos profundamente en las propiedades de lo amado’). El amor es, por tanto ‘una ampliación de la individualidad’, un ir hacia lo amado y un conocimiento de lo amado. Ortega afirma que ‘es la filosofía la ciencia general del amor’.

La moral, la tolerancia y los españoles
Las páginas donde habla de estas ideas son de lo que más me ha gustado del libro. Dado que el amor es conocimiento de lo amado, lleva a intentar comprender las ideas del amado. La moral no puede ser rígida, no puede ser una moral que no se esfuerce en comprender. Algunas frases muy brillantes y esclarecedores de Ortega al respecto: ‘a nosotros los españoles nos es más fácil enardecernos por un dogma moral que abrir nuestro pecho a las exigencias de la veracidad… Diríase que abrazamos como un arma para simplificarnos la vida aniquilando porciones inmensas del orbe’. Otra frase muy descriptiva en la misma línea: ‘El rencor es una emanación de la conciencia de inferioridad’. No está Ortega en contra de la moral, ni mucho menos, pero afirma que se debe entender aquello a lo que uno se opone, y ese es el sentido de la verdadera tolerancia (‘Esta lucha con un enemigo al que se comprende es la verdadera tolerancia, la actitud propia de toda alma robusta‘) pero esa moral debe ser, insistimos, comprensiva (‘en reverencia del ideal moral es preciso que combatamos sus mayores enemigos, las moralidades perversas‘ y ‘será inmoral toda moral que no impere entre sus deberes el deber primero de hallarnos dispuestos constantemente a la reforma, corrección y aumento del ideal ético’)

La circunstancia
Hay ya aquí una primera mención de las circunstancia (circum-stantia) como aquello que nos acompaña, que va con nosotros. Aquí aparece la famosa frase ‘yo soy yo y mi circunstancia’. Sin embargo, no me parece que desarrolle mucho aquí esa idea o la explique en demasía, a pesar de estar rodeada de varias páginas relacionadas con el tema.

MEDITACIÓN PRELIMINAR
La meditación preliminar es, yo diría, una sección con una mayor contenido conceptual y teórico que la anterior, a pesar de que sus inicios son muy metafóricos. Algunos de los temas que se desarrollan son los siguientes.

Superficie y profundidad
Una gran parte de esta meditación está dedicada a reflexiones sobre conceptos ligados de alguna forma a la superficie, lo que percibimos de la realidad mediante los sentidos, y la profundidad, lo que hay detrás y que están real como la superficie.

Inicia Ortega la explicación utilizando como metáfora e inspiración un paseo por un bosque. Debo decir que la metáfora utilizada es, en mi opinión, algo forzada y desafortunada, lo que no quita para que el desarrollo que hace sea interesante, rico y profundo.

Aunque con matices, se desarrollan otras parejas de dualidades relacionadas con la de superficie/profundidad que he intentando recoger en la siguiente tabla:

Superficie PatenciaSensualidad Cultura española
Profundidad LatenciaMeditación Cultura germánica

En esta línea de argumentación, la pareja superficie/profundidad es la primera que sale a la luz ligada muy de cerca de la metáfora del bosque. En una profundización más teórica, aborda luego los conceptos de patencia y latencia, y, finalmente, enlaza con una discusión mucho más sociológica sobre la cultura o la forma de ser germánica y la española, una discusión probablemente mucho más relevante en la época en que Ortega escribió esto que hoy día.

El concepto
A propósito de la meditación, de la latencia y de la profundidad, aborda Ortega la definición y alcance del concepto y de la estructura. Concibe Ortega la estructura como las relaciones entre las cosas. Para el establecimiento de la estructura acude en nuestro socorro el concepto, que clarifica los límites de las cosas. No las sustituye sino que es ‘un órgano para su aprensión’.

La cultura
Ortega concibe la cultura como una labor de interpretación (‘esclarecimiento, explicación, exégesis’) de la vida. Con la cultura se pretende alcanzar la ‘claridad de meditación’ y, con esa claridad, con esa interpretación, la consecución de seguridad.

MEDITACIÓN PRIMERA (BREVE TRATADO DE LA NOVELA)
Esta última parte, se concentra en una especie de teoría literaria  de la novela. Sin embargo, intercalado en sus razonamientos, digamos, literarios, aparecen entreveradas ideas filosóficas y conexiones con las ideas expuestas en las dos partes anteriores. Algunas de las ideas que se desarrollan son las siguientes:

Épica y novela
Hace Ortega un repaso por los géneros más antiguos. Quizá la idea central de las primeras reflexiones, son aquellas en que concibe la épica como una narración de un pasado legendario, no real, y en el que el interés del relato son los propios personajes, los propios mitos. El argumento no guarda sorpresas, pues es de conocimiento popular, pero la narración tiene interés por los hechos narrados. Por el contrario, en géneros narrativos posteriores, como en la novela, los personajes, los hechos, son realistas o verosímiles pero, a la vez, poco interesantes en sí mismos. Lo interesante es la narración en sí, el ordenamiento de los materiales.

El héroe
La esencia del héroe es, para Ortega, el querer 'ser él mismo', el querer evitar que la herencia o las circunstancias nos impongan unos cursos de acción. En ese sentido, Don Quijote es un héroe, bien que loco, alguien que intenta realizar lo que entiende que tiene o quiere hacer frente a las adversidades. El héroe lucha contra su entorno y, está a un paso de pasar 'de lo sublime a lo ridículo' (pasar de la tragedia a la comedia).

Idea y materialidad. Tragedia y comedia. La novela
Ortega mantiene que en la realidad, en las cosas, hay una dualidad en conflicto: la 'materialidad' de las cosas y la 'idea' o interpretación que hacemos de ellas. A la hora de enfrentarnos a lo heroico, Ortega distingue dos posibilidades, concederle a esa heroicidad todo su sentido (dirección recta) y elevarnos hacia la idea o, por el contrario, bajarlo hacia la realidad, haciéndolo en cierto modo ridículo. Esa es la dirección oblicua y la propia de la comedia. Ortega considera a la novela en un punto intermedio, como una tragicomedia (al estilo del nombre dado a Fernando de Rojas a 'La Celestina')

COMENTARIO
'Meditaciones del Quijote' es un libro que esboza muchos temas y sólo concluye unos pocos. Parece bastante aceptable si se conoce la intención inicial del filósofo y su evolución posterior.

Ortega escribe en un modo muy ameno, dentro de lo difíciles que pueden ser los temas que toca. En ese sentido, se trata de una lectura agradable. Sí da la impresión de ser un libro con unas ideas profundas y muy valiosas pero poco ordenado, un poco deslavazado. Probablemente esto es así, aparte de por el papel que juega este libro en la obra de Ortega, por el estilo del propio pensador que, según nos aclara Julián Marías en sus notas, no es tanto amigo de exponer unos hechos de forma ordenada y contundente como de hacer un viaje en el que el lector le debe acompañar. Es quizá ese estilo de viaje intelectual lo que puede producir alguna sensación de desorden en algún momento. A lo mejor es la propia carencia del lector, en este caso yo, incapaz de seguir su ritmo y perdido en algún vericueto del camino, lo que le pueda hacer pensar a ese lector en un viaje sin rumbo.

Sea como sea, lo que sí es cierto es que se tocan temas muy diversos y que algunos sólo quedan esbozados. También he decir que, en algún caso, me han sorprendido algunas afirmaciones o ejemplos de Ortega quizá por ser demasiado simplificadores. A lo mejor, cuando me producía esa sensación es que estaba yo en algunos de esos vericuetos, o a lo mejor es que el propio guía, en algún momento, se ha despistado...aunque luego haya retomado en seguida el sendero correcto. 

En cualquier caso, un libro muy interesante y muy agradable de leer.